Si tienes problemas para lidiar con la ansiedad durante la pandemia, imagina las dudas que puede generar en los más pequeños este futuro incierto. Hoy te damos algunas recomendaciones sobre cómo hablar con los niños del coronavirus.
Hace unos meses el COVID-19 parecía un problema lejano, hace unas semanas nos abrumaba la rapidez con la que se extendía por España y ahora asistimos impotentes al incremento diario de infectados y fallecidos.
Es inevitable que esta realidad llegue a oídos de los más pequeños, ya sea por las noticias o escuchando las conversaciones de los adultos. Por tanto lo más adecuado para que no se formen ideas equivocadas es abordar el tema proporcionando la cantidad de información adecuada acompañada de una buena dosis de optimismo.
Si apenas tienen información no le darán importancia a deberes como mantenerse dentro de casa, mantener las distancias o lavarse las manos. En cambio un exceso de información puede paralizarles y pueden llegar a pensar que hagan lo que hagan no servirá de nada. Por eso hay que dar una cantidad de información adecuada para su edad.
Consejos para hablar con los niños del coronavirus
Realmente no es tan complicado, ellos mismos ya tienen sus preguntas en la cabeza. En cuanto comience la conversación con los niños todo fluirá, aprovecha para averiguar qué piensan, qué han oido o qué sienten, quizás te sorprenda. Será el momento de dejar tiempo para preguntas abiertas, abordar miedos o corregir información errónea.
1. Hay que ser honestos
En función de la edad debemos ajustar las explicaciones sobre temas complejos como virus, epidemiología o política. El punto de partida al hablar con los niños del coronavirus debe ser cosas que ellos conocen. Luego vamos creando un andamio con hechos y posibilidades utilizando un lenguaje que conocen y basándonos en experiencias que les sean familiares.
Con los niños pequeños las cosas deben ser simples, pero lógicamente con adolescentes podemos profundizar más. En ambos casos siempre debemos lograr que el mensaje final sea lo más positivo posible respecto al futuro. Además es la ocasión perfecta para que aprendan sobre cómo se propagan los gérmenes y lo importante que es la higiene. Navegando por Youtube probablemente encuentres vídeos didácticos que te pueden servir de apoyo.
2. Hay que mantener la calma
Es importante mantener la calma y ser positivos, para ello lo mejor es reducir el consumo de noticias. Si vamos a estar confinados durante semanas infórmate sólo al comienzo y al final del día. Leer constantemente noticias funestas sobre infectados y fallecidos, conflictos políticos, etc no ayuda.
Si notas que la situación te supera busca apoyo psicológico mediante psicoterapia online, o desahógate con la almohada o charlando con amigos o familiares. Pero cuando estés con los niños trata de ser positivo siempre. Por supuesto no debemos inculcarles la búsqueda de un chivo expiatorio, es decir que no debemos echar las culpas de todo esto a ningún grupo social, cultural o país.
3. Hay que ser un modelo a seguir
Esto no va a ser ninguna novedad, los progenitores siempre deben ser un modelo a seguir, pero justamente cuando las situaciones son adversas o inciertas se busca un líder o modelo a seguir. Aprovecha esta situación para enseñar a los adolescentes cómo encontrar fuentes de información acreditadas, cómo identificar la información que no está basada en evidencia científica y en qué consiste el pensamiento crítico.
Si les pides ciertos hábitos de higiene sin duda debes cumplir con todos ellos o no lo tomarán en serio. Acompáñalos en el aprendizaje, si quieres que se laven bien las manos enséñales cómo se hace. En Internet hay vídeos muy ilustrativos donde el personal sanitario muestra de primera mano cómo se hace para lavar hasta el último resquicio.
4. Hay que ser flexibles
En muchas ocasiones tendemos a minimizar los problemas de los niños. A nosotros nos entristece e incluso amarga tener que estar encerrados, cancelar vacaciones o encontrar estantes vacíos en el supermercados. Los niños también están frustrados por no salir, no jugar con los amigos y no ver al resto de la familia.
Es normal que todos estemos un poco decepcionados, y ellos lo van a manifestar a su manera. Lo importante será saber responder y gestionar las expectativas. Hay que promover la esperanza, que se está haciendo todo lo que se puede por mantener el coronavirus alejado, que se está protegiendo a la población, que cuidamos los unos de los otros y que todo esto pasará.
Aunque lo ideal es mantener una vida lo más normal posible y con rutinas, es probable que en ocasiones sea necesario relajar un poco las normas. Ser flexibles ampliando las horas de televisión o videojuegos, buscando formas de socialización con los amigos mediante videoconferencia, etc.
Hay que prestar atención a los niños
Esta situación de confinamiento por la pandemia es nueva para todos. Los más mayores han vivido situaciones de guerra y postguerra, pero un encierro voluntario de este tipo es diferente. Sin duda vamos a aprender muchas cosas y también muchas personas van a sufrir problemas de pánico, ansiedad o depresión. Los niños no son la excepción, por eso no debemos dejarlos al margen.
Hay que estar atentos a los cambios de hábitos alimenticios y horas de sueño, la rutina ayuda mantener la normalidad. Además es importante observar si hay cambios de humor extraños o cierta tendencia al aislamiento social. Si algo de esto le preocupa, hable con el niño y si necesita consejos o herramientas nos puedes solicitar una cita online.
Puedes encontrar más información en la web del Centro para el Control y la prevención de Enfermedades.