Pensamientos intrusivos

Pensamientos intrusivos

¿Qué son los pensamientos intrusivos? ¿Cómo nos afectan? Si tras leer este artículo te identificas con los ejemplos que ponemos, no dudes en ponerte en contacto con nuestro Centro Psicológico y te ayudaremos.

La mente siempre está en funcionamiento y en cualquier momento pueden aparecer pensamientos invasivos. Quizás no te hayas dado cuenta, pero a lo largo del día tenemos infinidad de pensamientos que se cuelan en la mente y que no tienen nada que ver con lo que estamos haciendo en ese momento.

Algunos pensamientos son menos graves (por ejemplo, pensar en que tienes que ir al supermercado a comprar pan mientras estas trabajando) o por el contrario otros pueden llegar a ser más desagradables, impactándonos y generándonos emociones fuertes y negativas (por ejemplo, querer agredir a alguien o acordarte de alguna tragedia personal). Estos pensamientos nos pueden afectar en mayor o menor medida, y en algunos casos pueden llegar a provocar ansiedad.

Si has tenido este tipo de pensamientos, mantén la calma porque no te pasa nada malo, los hemos tenido todos en alguna ocasión. Ahora bien, cuando estos pensamientos son frecuentes y aumentan en grado de carga negativa, es cuando debemos buscar ayuda profesional.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos como su nombre indica son pensamientos involuntarios e incluso repetitivos que pueden llegar a ser molestos e inapropiados. Son ideas o imágenes que vienen de forma automática e involuntaria. El problema es que estos pensamientos pueden ser muy perturbadores y pueden interferir en la vida diaria de una persona.

Prácticamente todo el mundo tiene este tipo de pensamientos y no pasa nada. Sucede a todas las edades, así que hay que aprender a reconocerlos y procesarlos como lo que son.

Es importante destacar que tener pensamientos intrusivos no significa necesariamente que alguien tenga un trastorno mental, ya que muchas personas pueden tener pensamientos no deseados en algún momento de sus vidas.

Ahora bien, si estos pensamientos intrusivos se vuelven persistentes y causan angustia significativa, es importante buscar ayuda profesional para manejarlos adecuadamente. Cuando tienen mucha carga negativa pueden llegar a ser más peligrosos para nuestro bienestar. Por ejemplo en personas que no están bien equilibradas emocionalmente, personas con ideas suicidas, niños que llegan a pensar que son malas personas, etc.

Causas de los pensamientos intrusivos

Los pensamientos intrusivos pueden ser el resultado de trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos (TOC), trastornos de estrés postraumático (TEPT), trastornos de pánico, depresión y otros trastornos mentales. Pueden tomar muchas formas, incluyendo pensamientos violentos o sexuales, pensamientos de autolesión, pensamientos obsesivos sobre la limpieza o la seguridad, y otros pensamientos no deseados.

Estos pensamientos intrusivos aparecen sin causa aparente, de forma inconsciente y automática sin que nosotros podamos controlarlos. Este tipo de pensamientos se incrementan en momentos de estrés o ansiedad. Por ejemplo podrían darse en épocas de mucho trabajo, en periodo de exámenes, cambios importantes en tu vida, etc.

Ejemplos de pensamientos intrusivos

Antes de saber qué hacer con los pensamientos intrusivos y cómo salir de estos pensamientos, debemos identificarlos. Para ello aquí tienes algunos ejemplos que podemos encontrarnos en el día a día:

  • Preocupaciones por la salud o miedo a padecer una enfermedad grave.
  • Estoy esperando al metro y pienso: «¿y si me tiro?».
  • Estoy con mi pareja y pienso: «¿y si ya no le quiero?, ¿me estará siendo infiel»?».
  • Pensamientos catastrofistas como «Voy a tener un accidente» o «me va a pasar algo malo hoy».
  • Recuerdos de una situación sensible, traumática, dolorosa o en la que sentiste miedo.
  • Pensamientos intrusivos violentos, como por ejemplo agredir a una persona.

¿Qué hacer si tengo pensamientos intrusivos?

Muchas personas piensan que el control de estos pensamientos pasa por suprimirlos y esto está demostrado que no funciona. Cuánto más queremos no pensar en algo, parece que es como que viene cada vez más a nuestra mente.

Estas son algunas pautas para que este tipo de pensamientos dejen de bombardearnos:

  • Practica la atención plena o mindfulness: consiste en estar consciente del momento presente y aceptar los pensamientos sin juzgarlos. En lugar de luchar contra los pensamientos intrusivos, acepta que están ahí y observa cómo se sienten y cómo afectan tu cuerpo y mente.
  • Desafía a los pensamientos negativos: Si estás teniendo pensamientos intrusivos negativos, trata de desafiarlos con pensamientos más realistas y positivos. Por ejemplo, si estás pensando que algo terrible va a pasar, intenta recordarte a ti mismo que no hay evidencia de que eso suceda o analiza las probabilidades de que ocurra de forma objetiva.
  • Practica la relajación: La relajación puede ayudarte a reducir la ansiedad y el estrés. Prueba técnicas como la meditación, la respiración profunda o la relajación muscular progresiva para aliviar la tensión.
  • Haz ejercicio regularmente: El ejercicio también puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, lo que a su vez puede ayudar a disminuir los pensamientos intrusivos. Trata de hacer ejercicio de forma regular para mantener tu mente y cuerpo sanos.
  • Busca ayuda profesional: Si los pensamientos intrusivos te causan angustia significativa o interfieren en tu vida diaria, es importante buscar ayuda profesional. Te podemos ayudar a entender mejor lo que está sucediendo y proporcionarte herramientas para manejar tus pensamientos de manera más efectiva.

¿Tiene relación la ansiedad con este tipo de pensamientos?

¡Por supuesto que sí!

La ansiedad y los pensamientos intrusivos tienen mucha relación. Cuando sentimos ansiedad podemos empezar a pensar por qué nos sentimos así y buscar razones. Ahí es cuando pueden aparecer pensamientos negativos y que nos vienen a la mente de un momento a otro.

Igualmente, el tener este tipo de pensamientos todo el rato puede llegar a producirnos ansiedad, ya que no logramos comprender esos pensamientos ni sabemos ponerle solución.

Psicóloga general sanitaria en Málaga

Si ves que te vienen esos pensamientos negativos e intrusivos con mucha frecuencia y tienen una intensidad muy fuerte que influye además en tu día a día, lo mejor es buscar ayuda de un profesional.

Una psicóloga cognitivo-conductual te puede ayudar mucho a lidiar con  este problema. Además es conveniente tratarlo desde el principio para que no derive en otros problemas, como la ansiedad. La terapia congnitivo-conductual trabaja estos pensamientos para que dejen de hacerte daño.

No dudes en contactar con el Centro psicológico Cecilia Cores y te ayudaremos.

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