Ataques de ira

Ataques de ira

Los ataques de ira puede ser desencadenados por diversos factores como el estrés, la frustración, fatiga, ansiedad o depresión, entre otros factores. Es importante aprender a identificar las señales de un ataque de ira y encontrar formas saludables de canalizarla. Si necesitas ayuda profesional, no dudes en contactar con nuestro centro de psicología, donde contamos con profesionales experimentados.

Todas las emociones son necesarias y útiles en nuestra vida, ya que nos ayudan a medir cómo estamos interaccionando con lo que está pasando. Cuando la emoción de ira se presenta de forma incontrolable y violenta, debemos hacer algo para poder manejarla y controlarla.

La ira se encuentra entre las cinco emociones básicas y es un sentimiento de gran enfado que conlleva una alta activación fisiológica y nos prepara para hacer frente a una amenaza. Esta emoción puede llevar a conductas violentas y agresivas.

¿Qué es un ataque de ira?

Un ataque de ira es una reacción emocional intensa y descontrolada de enfado o frustración que puede ser desencadenada por una situación o estímulo específico.

Durante ese ataque de ira, una persona puede experimentar una variedad de síntomas físicos y emocionales como sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca, violencia física o comportamiento destructivo.

¿Te has enfado alguna vez por algo y has perdido los papeles? No te preocupes, porque enfadarse hasta cierto punto es normal y es una emoción que experimentamos todos en alguna ocasión.

Es normal sentir ira de vez en cuando, pero si los ataques de ira son frecuentes o si interfieren con la vida diaria, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental para aprender técnicas de manejo de la ira y controlar los síntomas.

Causas que generan ataques de ira: ¿por qué ocurren?

Hay muchas personas que tienen dificultad con el manejo de la ira, puesto que han crecido en entornos donde ha estado muy normalizada las explosiones de ira.

Es muy importante el aprendizaje que hacen los niños para regular sus emociones. Por ejemplo, si un niño crece aprendiendo que la ira desmesurada y la violencia son estrategias adecuadas para conseguir lo que quiere, es de esperar que estas conductas se mantengan en el tiempo y estén generalizadas en su vida adulta.

Otro ejemplo sería que no se hubiesen aprendido modelos de resolución de conflictos o manejo de la frustración que se basen en:

  • Identificar lo que nos pasa.
  • Una buena comunicación.
  • Paciencia.

Si tenemos niñas o niños debemos ayudarles a entender su frustración y enseñarles cómo manejarla. Sobre todo si tienden a reclamar lo que quieren a través de las rabietas. ¿Cómo hablar de las emociones con los niños?

Como adultos, debemos reconocer que no podemos conseguir todo lo que queremos al momento y es sano aprender a moderar el deseo de inmediatez y ser capaz de posponer algunos de nuestros objetivos y necesidades.

Si esto te produce mucha ira o sientes frustración, es hora de reflexionar sobre algunas cuestiones: ¿qué hay debajo de mi rabia? ¿por qué me siento así? Algunas de las causas del descontrol de la ira pueden ser:

  • Consumo de alcohol y otras sustancias.
  • Educación sin límites claros y suficientes.
  • Conductas de impulsividad y falta de autocontrol.
  • Baja autoestima.
  • Celos provocados en la pareja.
  • Depresión, ansiedad y/o estrés.
  • Trastornos psicológicos como el trastorno de la personalidad o bipolaridad.

Señales de alarma del ataque de ira

Los ataques de ira son una respuesta emocional ante algunos síntomas que sufre una persona cuando siente ira desproporcionada provocada por factores como el estrés, la ansiedad, etc.

Estos son algunos de los síntomas que experimenta una persona cuando tiene un ataque de ira:

  • Aumento de la frecuencia cardiaca.
  • Sudoración.
  • Frustración.
  • Actuar de manera impulsiva y/o violenta.

Si experimentas algunos de estos síntomas mencionados de manera frecuente sería recomendable que buscaras ayuda profesional. Si lo deseas, puedes pedir cita en nuestro centro de psicología para aprender a identificar lo que te pasa, mejorar la comunicación y aprender herramientas que te ayuden a canalizar estas emociones.

¿Cómo aprender a controlar los ataques de ira?

A través de la terapia cognitivo-conductual individual o con terapia en grupo se puede controlar y manejar esta emoción. Esta terapia se enfoca en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la ira, ayudándote a controlar tus emociones de manera más efectiva.

Una psicóloga general sanitaria te ayudará a controlar los ataques de ira mediante herramientas efectivas y lograrás identificar de dónde viene el problema y cómo actuar en consecuencia.

Controlar los ataques de ira es un proceso que requiere tiempo y práctica. Con paciencia y determinación, podrás desarrollar habilidades afectivas para manejar tus emociones y evitar que estos ataques de ira afecten a tu vida y tus relaciones.

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