Muchas veces se confunde el estado emocional de tristeza con la depresión. En este artículo te explicamos las diferencias.
Si su perro se ha escapado, su cita le ha dejado plantado o ha perdido el reloj que le regaló su abuela, puede que si le preguntan cómo se siente diga que deprimido, pero no será verdad.
No, porque si el perro regresa, la persona con la que había quedado se disculpa y le da una explicación sensata o encuentra el reloj, esa sensación desaparecerá. Pero la depresión es otra cosa…
A veces podemos confundir depresión con tristeza, pues ambas están relacionadas, pero no son lo mismo.
¿Qué es la tristeza?
La tristeza es una emoción básica y natural que se manifiesta cuando se produce la pérdida de algo que es importante para una persona.
Pero aunque sintamos tristeza, este sentimiento nos permite realizar otras tareas de nuestra vida cotidiana y en un periodo corto de tiempo disfrutar de las cosas que nos hacen felices.
¿Qué es la depresión?
En cambio, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por, entre otros síntomas: una emoción de tristeza intensa que perdura en el tiempo, apatía o irritabilidad excesiva, cansancio, sentimientos de culpa e inutilidad, visión negativa de uno mismo y del futuro, cambios en el apetito, en el sueño y en el deseo sexual, dificultades para concentrarse, etc.
La principal diferencia que podemos ver es que la tristeza es un mero estado de ánimo mientras que la depresión es un trastorno del estado de ánimo.
Otra diferencia importante a tener en cuenta es que cuando una persona está depresiva no es capaz de identificar el hecho que le genera malestar. En cambio, cuando estamos tristes sí sabemos realmente por qué es, ya que se debe a un suceso concreto.
¿Tengo depresión o tristeza?
Para poder dar respuesta a esta pregunta debemos tener claras las diferencias que existen entre ambos términos. Estas diferencias se basan principalmente en: la intensidad, duración y motivo.
Intensidad, duración y motivo
La principal diferencia entre ambas es la intensidad, la duración y, sobre todo, el motivo.
Es habitual que una persona con depresión no sepa exactamente el motivo de su tristeza, simplemente está triste todo o casi todo el tiempo. Puede sentir que todo va mal, aunque realmente no tiene pruebas de que sea así.
En ocasiones sí hay un motivo, como puede ser un despido o la pérdida de una relación de pareja, pero la reacción emocional es exagerada. Es decir, en estos casos la persona reacciona con sentimientos de culpa o inutilidad que no son coherentes con la situación.
En cambio, cuando una persona se siente triste, sabe la razón y tiene un motivo. La tristeza se ciñe a la situación, es acorde a la intensidad de lo que se ha perdido y no abarca un espacio largo de tiempo.
La duración y la intensidad son claves para diferenciar entre tristeza y depresión.
En la depresión siempre hay otros síntomas añadidos, por ejemplo insomnio o hipersomnia, cambios en el apetito, apatía, cansancio, etc.
Si queremos identificar una depresión en una persona cercana, es importante fijarnos en si está dejando de hacer cosas que antes le gustaban y en si ha experimentado cambios en su estado de ánimo y en su peso.
Tratamiento de la depresión
Para el tratamiento de la depresión, la recomendación es acudir a terapia psicológica. Si necesitas ayuda profesional, no dudes en contactar con Cecilia Cores, psicóloga especialista en psicoterapia infanto-juvenil, de adultos, de pareja y familiar.
Con la psicoterapia se ofrece seguridad, confianza, comprensión y apoyo emocional. Se intentan corregir los pensamientos distorsionados, se explica el carácter temporal y se desdramatiza la situación.
Es importante buscar ayuda profesional cuando se sospecha que se puede estar sufriendo una depresión. Muchas personas esperan durante demasiado tiempo antes de buscar ayuda y con eso lo que se consigue es que la situación empeore y el proceso de recuperación sea más complejo.
1 de cada 4 españoles presenta síntomas relacionados con la depresión.
Es muy importante recordar que la depresión es una enfermedad que conlleva un gran deterioro en la calidad de vida de las personas, por lo que si notamos que estamos perdiendo calidad de vida o bienestar, debemos ponernos en manos de profesionales lo antes posible, para tratar el problema y lograr un bienestar adecuado.