Si tu pareja o algún familiar cercano tiene depresión sabrás que no es sencillo lidiar con ello. Vamos a compartir algunos consejos sobre cómo ayudar a tu pareja con depresión, que te servirán igualmente para cualquier otro familiar o amigo.
La pandemia de coronavirus ha supuesto cambios repentinos en nuestra vida cotidiana, con restricciones a la libre circulación, medidas de prevención que afectan al día a día y distanciamiento social. Seguramente algunas de estas medidas habrán afectado a la salud mental de las personas.
Estos cambios exponen a muchas personas a factores de riesgo asociados al desarrollo de la depresión. Como por ejemplo: la inactividad física, la falta de actividad diaria y rutina, la falta de apoyo social, la soledad y menos posibilidad de realizar actividades que proporcionen alegría o disfrute.
Además, los estudios sobre pandemias anteriores, como la de Sars y la gripe porcina, indican que las medidas de contención de la enfermedad, como la cuarentena y el aislamiento social, pueden ser perjudiciales para la salud mental. Cada vez hay más pruebas de que el efecto de estos cambios en la salud mental de las personas en todos los grupos de edad es significativo, especialmente para los más jóvenes.
Las tasas de depresión en adultos y jóvenes ya son preocupantes, y la Organización Mundial de la Salud predice que aumentarán. Para 2030, la depresión será la mayor carga de enfermedad a nivel mundial, lo que se refiere al impacto general de un problema de salud, incluido el costo financiero.
Así pues, aunque la atención inicial durante la pandemia se ha centrado, como es comprensible, en la salud física, es por tanto crucial que también prestemos atención a la salud mental de las personas, sobre todo porque ambas están relacionadas.
Muchos consejos se dirigen a la persona con depresión, pero aquí damos consejos sobre lo que puedes hacer si vives con alguien que está deprimido.
El comportamiento de una persona con depresión
A muchas personas les resulta difícil pedir ayuda o hacer saber a los demás cómo se sienten. No asuma que alguien está bien sólo porque dice que lo está. Es mejor hacer más preguntas y arriesgarse a ser molesto que perderse algo importante, como los síntomas de la depresión.
Si no quieren decírtelo, observa su comportamiento y nota cualquier cosa inusual. Estas son algunas pistas sobre el comportamiento de una persona con depresión: se sienten cansado así que pueden dormir hasta tarde, pueden estar tristes, comer poco, sufrir ansiedad, irritabilidad o inquietud, pueden mirar fijamente a punto durante largos períodos, o por ejemplo tienden a cancelar y evitar muchas actividades.
Los sentimientos de las personas suelen estar vinculados a sus pensamientos y su comportamiento, y esto se demuestra en el modelo de terapia cognitivo-conductual. Cuando las personas se sienten deprimidas, a menudo experimentan corrientes repetitivas de pensamientos negativos.
Puede ser útil animar a alguien que piense de esta manera a tratar de ver los diferentes lados de una situación. Las preguntas útiles podrían ser: «¿Qué consejo le darías a un amigo en esta situación?» o «¿Cuál sería una forma más útil de pensar sobre esto?».
La depresión da lugar a pensamientos autocríticos, como «No soy bueno», «No debería sentirme así». No es sorprendente que estos pensamientos alimenten aún más la depresión.
Es útil hacer saber a la persona deprimida que puedes ver cómo se siente y que sus sentimientos son comprensibles y válidos, y que pasarán con el tiempo. Este tipo de validación puede ayudar a alguien que está deprimido a abstenerse de criticarse a sí mismo por tener sentimientos difíciles y a desarrollar más autocompasión.
Las personas que están deprimidas suelen retirarse de otras personas y actividades. Al realizar menos actividades agradables y útiles, puede agravar la depresión de una persona.
Intenta contrarrestar esto ayudando a la persona a volver a comprometerse con las cosas que son importantes para ella. Comienza con cosas pequeñas como poner algo de estructura en el día y tal vez aumentar el ejercicio, o el tiempo al aire libre o en la naturaleza, si es posible.
Ayudar a la persona a reintroducir gradualmente actividades y contactos sociales que considere valiosos. Hagan juntos algunos pequeños planes para el futuro (a corto, medio y largo plazo).
Una persona con depresión suele tener dificultades para resolver problemas, y las actividades y problemas diarios pueden empezar a ser abrumadores rápidamente. Es útil mantener la calma y reducir al mínimo los conflictos y el estrés en la casa.
Apoyar a la persona para generar soluciones sencillas a los problemas y animarla a poner estas soluciones e ideas en acción en lugar de evitar las cosas.
Busca ayuda externa
Existen diversos tratamientos efectivos para la depresión. Anime a la persona a la que está apoyando a que busque ayuda adicional si es necesario. Esto puede ser en principio en forma de información en Internet; o poniéndose en contacto con su médico de cabecera o con profesionales de la salud mental como psiquiatras o psicólogos.
Nosotros le podemos ofrecer terapia psicológica en Málaga, nuestra consulta se encuentra en Fuengirola, o bien telemáticamente por videoconferencia. Si quiere más información o reservar cita no dude en contactar por teléfono o enviando el siguiente formulario.
Recuerde, su bienestar es extremadamente importante cuando se apoya a alguien con depresión. Tómese el tiempo necesario para cuidarse a sí mismo y así poder modelar comportamientos positivos y estar lo suficientemente repuesto para proporcionar este apoyo crucial.