Miedo a la soledad, por qué sucede y cómo se soluciona

Miedo a la soledad

El miedo a la soledad puede tener múltiples causas y razones, ya que es un sentimiento complejo influenciado por factores psicológicos, sociales y personales.

En nuestro centro de psicología en Málaga atendemos con frecuencia este tipo de problemas. A través del método cognitivo conductual ayudamos a las personas a estar bien consigo mismas, a aprender herramientas que les brindan la autonomía que necesitan para disfrutar de su vida tanto a solas como en compañía.

5 posibles razones a tener miedo a la soledad

Existen múltiples razones que activan el miedo a la soledad, y aunque ciertos detonantes pueden ser similares, cada caso es único y conviene ser analizado de forma individualizada. No obstante, para que te hagas una idea, estas son 5 posibles razones por las cuales algunas personas tienen miedo a la soledad.

1. Ansiedad por separación

Cuando te dejan solo se activa tu ansiedad por separación, cuando se produce en adolescentes y adultos se manifiesta con preocupación excesiva por la seguridad de los seres queridos, un miedo intenso a perder a alguien importante, miedo a que te hayan dejado de querer. Puede generar síntomas físicos como palpitaciones, sudoración excesiva, temblores y dificultad para respirar.

Si sufres en este tipo de situaciones debido a la ansiedad, intenta aguantar un poco y lleva a cabo acciones que te ayuden a regular tus emociones, como por ejemplo: respiraciones profundas, abrazarte o abrazar algún peluche/cojín, o decirte a ti mismo palabras que te calmen o que te diría un ser querido.

2. Temor al abandono o el rechazo

El miedo a la soledad puede estar relacionado con el temor de ser abandonado por amigos, familiares o parejas. La soledad puede hacer que alguien se sienta desprotegido, rechazado y vulnerable.

Puede traerte recuerdos de cuando te dejó tu pareja u ocasiones en las que tus amistades te dejaron de lado. Así que para evitarlo sueles hacer planes para quedar con otras personas. El problema es que cuando te vuelves a quedar a solas o no han contado contigo para alguna quedada, se refuerza la asociación soledad y temor al rechazo o abandono.

Si quieres empezar a romper esta asociación tan tóxica, crea nuevas asociaciones positivas. Por ejemplo, crea citas contigo mismo como: salir a correr, ver una película o leer un libro, programar una sesión de belleza o masaje a domicilio, etc. En lugar de una soledad impuesta porque te quedaste sin planes, será una soledad elegida y que puedes asociar a cosas positivas como el autocuidado, el descanso, la reflexión y la tranquilidad.

3. Miedo a lo que pueda suceder

Sientes miedo o cierta ansiedad ante la idea de estar solo y te resulta difícil afrontar ciertos desafíos. Esto puede deberse a un entorno de crianza ansioso y sobreprotector, o a experiencias que te hicieron creer que eras incapaz de enfrentar ciertas situaciones por tu cuenta. A veces en la familia o la escuela se dan situaciones que hacen sentir torpe o inepto, llevándote a depender de otros incluso en tareas cotidianas.

Para abordar este temor, empieza con pequeños retos que te llevarán a pequeñas victorias que debes celebrar. Empieza con actividades que normalmente harías en compañía. Poco a poco, te irás dando cuenta de que puedas enfrentar la soledad y todo tipo de retos de manera independiente.

4. La soledad te aburre

Uno siente miedo a quedarse solo porque se aburre, es algo común en personas que se han criado con hermanos o rodeados de familiares o vecinos. Necesitan jaleo porque sino no saben qué hacer ni han aprendido a aburrirse.

Para superar esta situación podrías elaborar una lista de actividades que puedes disfrutar a solas. Por poner algunos ejemplos: jugar videojuegos, escucha música, pintar, bricolage, cocinar, entre otros. La próxima vez que te vayas a quedar a solas, antes de llamar o escribir a alguien para que te saque del aburrimiento, empieza por pasar un poco de tiempo contigo mismo realizando alguna de estas actividades.

5. Desconexión

En una sociedad que vive conectada casi de forma permanente mediante llamadas, mensajes, redes sociales, etc. algunas personas llegan a sentir miedo a la soledad por si pudieran perder la conexión con los demás. Es decir, el miedo a quedarse fuera de la «conversación» o de las quedadas puede desencadenar el miedo a la soledad.

Esta razón está relacionada con algunos de los puntos que hemos mencionado anteriormente. Sería bueno fijar límites saludable en cuanto al uso de las redes sociales y la comunicación constante. Dedícate tiempo a ti mismo con actividades que disfrutes. En lugar de buscar la conexión constante con muchas personas en línea, enfócate en relaciones más profundas y significativas con unas pocas personas cercanas.

El miedo a la soledad puede variar en intensidad de una persona a otra. Los pacientes que lo sufren con mayor intensidad o desde hace más tiempo tienden a pensar que la solución es dificil. Sin embargo, a través de la autoexploración, la terapia y el desarrollo de habilidades para estar en paz consigo mismo en momentos de soledad uno puede superar el miedo y la ansiedad.

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