Si sospechas o tienes claro que tu pareja tiene TDAH, puede que sientas cierta preocupación o incertidumbre en cómo puede afectar a vuestro futuro. Si quieres que triunfe el amor, es buena idea acudir a terapia de pareja para entender mejor el trastorno y crear estrategias para superar los desafíos que plantea en la dinámica de pareja.
En este artículo, exploraremos algunas de las problemáticas habituales que pueden surgir cuando tu pareja tiene TDAH y cómo la terapia de pareja puede ofrecer herramientas y estrategias eficaces. Además, es interesante conocer el trastorno, por si el día de mañana tenéis hijos con TDAH.
Si quieres soluciones personalizadas, solicita una cita online o presencial en nuestro centro de psicología en Málaga. Así podremos abordar diversas áreas de vuestra vida en pareja que pueden verse afectadas por el TDAH. Además, trabajaremos en estrategias individualizadas y herramientas para mejorar la comunicación.
Qué es el TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta la capacidad de una persona para prestar atención, controlar sus impulsos y regular su nivel de actividad. En pocas palabras, las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener la concentración en una tarea, controlar su comportamiento impulsivo y moderar su nivel de actividad.
Estas dificultades pueden tener un impacto significativo en las relaciones interpersonales, incluidas las amistades y las relaciones de pareja. Por ejemplo, una persona con TDAH puede tener problemas para seguir conversaciones o recordar detalles importantes en interacciones sociales. Esto puede llevar a malentendidos o conflictos con amigos y seres queridos.
En una relación de pareja, el TDAH puede manifestarse de diversas formas. Por un lado, la dificultad para prestar atención puede hacer que la persona con TDAH parezca distraída o desinteresada. Esto puede afectar la calidad de la comunicación y generar frustración en la pareja.
Además, los comportamientos impulsivos o hiperactivos pueden causar tensiones en la relación, especialmente si la pareja se siente ignorada o sobrecargada de responsabilidades.
Problemas de pareja cuando uno tiene TDAH
Cuando uno de los miembros de la pareja tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pueden surgir una variedad de problemas de pareja.
Algunos de los más frecuentes que surgen en consulta durante la terapia de pareja incluyen:
- Falta de comunicación: El TDAH puede dificultar la concentración y la capacidad para mantener una conversación coherente. Esto podría generar malentendidos y frustraciones en la comunicación dentro de la pareja.
- Desorganización y olvidos: Las personas con TDAH pueden tener dificultades para recordar compromisos, tareas del hogar o eventos importantes. Como es natural, esto puede generar tensiones en la relación si el otro miembro de la pareja se siente frustrado por la falta de responsabilidad o compromiso.
- Impulsividad: La impulsividad asociada al TDAH puede llevar a comportamientos inesperados o decisiones precipitadas que afecten la relación de pareja. Como por ejemplo gastos excesivos, cambios repentinos de planes, reacciones emocionales intensas, que se ofenda o altere con facilidad.
- Falta de atención y distracción: La falta de atención característica del TDAH puede hacer que la pareja se sienta ignorada o poco valorada. En especial si el miembro con TDAH tiene dificultades para prestar atención durante las interacciones cotidianas o momentos importantes.
- Problemas de organización y planificación: Las dificultades para la organización y la planificación pueden generar conflictos en la pareja. En especial, en lo que respecta a la distribución de responsabilidades en el hogar, la gestión financiera y la coordinación de actividades familiares.
- Estrés y agotamiento: El manejo de las demandas diarias asociadas al TDAH puede generar estrés y agotamiento tanto en la persona afectada como en su pareja. Esto podría afectar negativamente la calidad de la relación y la intimidad emocional.
- Baja autoestima y autoconcepto negativo: Las dificultades asociadas al TDAH pueden afectar la autoestima y el autoconcepto del individuo. Uno se siente como un niño al que controlan y que está a prueba, y el otro como un padre o madre sin querer serlo.
Es importante destacar que estos problemas pueden variar según las características individuales de cada persona con TDAH y de su pareja, así como de la dinámica específica de su relación.
En cualquiera de estos casos, la terapia de pareja puede ser beneficiosa para abordar los desafíos, mejorar la comunicación, la comprensión mutua y la colaboración en la relación.
Problemas de la persona que no tiene TDAH
La persona sin TDAH a menudo se enfrenta a desafíos significativos en la relación de pareja. Se queja de sentirse solo y sobrecargado de responsabilidades, ya que siente que debe asumir un rol de cuidador constante.
Esta sensación de tener que ser el «padre» o la «madre» de la relación puede generar estrés, irritación y una profunda sensación de falta de aprecio por parte de su pareja. Además, puede experimentar frustración al percibir que sus esfuerzos y contribuciones no son reconocidos ni valorados.
Problema de la persona con TDAH
Por otro lado, la persona con TDAH se enfrenta a desafíos propios en la relación. Se siente rechazada, avergonzada y constantemente juzgada o corregida por su pareja.
La dificultad para mantener la atención y recordar detalles importantes puede llevar a la sensación de ser incapaz de cumplir con las expectativas de su pareja. Esto alimenta su sensación de insuficiencia y genera conflictos en la relación.
Además, puede experimentar frustración y ansiedad al sentir que está siendo constantemente puesto a prueba y que sus acciones son malinterpretadas.
Algunas soluciones cuando tu pareja tiene TDAH
El mayor desafío en la terapia de pareja es cambiar la dinámica disfuncional y desequilibrada que ha surgido debido al TDAH. Se busca romper con el patrón de «padre/madre e hijo» y trabajar juntos como iguales, buscando estrategias que ayuden a ambos miembros de la pareja a lidiar con los desafíos que plantea el trastorno.
Por ejemplo, en lugar de que la persona sin TDAH asuma todas las responsabilidades domésticas y de organización, pueden trabajar juntos para implementar un sistema de gestión de tareas compartido. De esta manera, cada uno se responsabiliza de sus propias tareas y se evita la sensación de desequilibrio en la relación.
Del mismo modo, es importante establecer una comunicación abierta y respetuosa para abordar los desafíos que surgen debido al TDAH. Ambos miembros de la pareja pueden aprender a expresar sus necesidades y preocupaciones de manera constructiva, lo que facilita el entendimiento mutuo y fortalece el vínculo emocional.