¿Cuáles son los síntomas de falta de atención en niños? Le explicamos cómo saber si su hijo/a tiene déficit de atención y cómo ponerle solución. Si necesita ayuda, contacte con el Centro Psicológico Cecilia Cores.
Muchas personas piensan que la falta de atención es solo no prestar atención. Esta condición implica, entre otros, una dificultad afectiva para integrar el sentido de vida, en la cual las funciones ejecutivas juegan un papel muy importante para desarrollar la capacidad de ejecutar.
La tendencia a desarrollar TDA (Trastorno de Déficit de Atención) está presente desde el nacimiento, aunque los comportamientos del TDA se suelen notar cuando los niños entran en la escuela.
Una de las razones en las que las conductas con déficit de atención se reconocen más tarde, es el hecho de que casi todos los niños de preescolar tienen esos comportamiento o síntomas del TDA como pueden ser: falta de atención, hiperactividad o impulsividad.
Cuando notamos que puede haber una dificultad es cuando otros niños gradualmente empiezan a dejar esos comportamientos, pero los niños con TDA no los dejan.
¿Cómo sé si mi hijo/a tiene déficit de atención?
Los padres tienen que fijarse especialmente en si su hijo carece del control suficiente para las demandas que se les hacen.
Por ejemplo, un niño de 2 años es normal que coja una rabieta ante una contrariedad, pero cuando tiene 5 años ya no puede tener una rabieta por las mismas razones. A continuación, le mostramos algunos síntomas que nos pueden hacer ver que nuestro hijo/a pueda estar desarrollando algún tipo de dificultad en la atención.
Síntomas de falta de atención en niños
Estos son algunos signos de alarma que nos pueden indicar que el niño/a puede estar desarrollando algún tipo de dificultad en la atención:
- Cambian continuamente de una tarea a otra, siendo incapaces de centrarse en algo y acabarlo.
- Responden tardío o lento a las preguntas, ya que están pensando en otras cosas.
- Parecen no escuchar, incluso cuando se le habla directamente.
- Dificultad para seguir instrucciones.
- Dificultad para organizar tareas y actividades.
- Evitan o no le gustan las actividades o tareas que requieran un esfuerzo mental de concentración, como serían las relacionadas con el colegio.
- Se distraen con facilidad.
- No prestan atención a los detalles.
- Pierden cosas con frecuencia.
Si nota que su hijo tiene estas conductas, es importante que consulte a un especialista en psicología infantil para poner solución a la dificultad adaptativa del niño/a.
¿Qué provoca la falta de atención en niños?
Este trastorno de la infancia puede provocar fracaso escolar, problemas en la comunicación, escritura y aprendizaje, entre otros.
Por eso es muy importante la detección temprana, para prevenir posibles dificultades académicas, emocionales, sociales y familiares.
Además, a estos niños se les suele etiquetar como «desinteresados» o «apáticos en los estudios»; todo esto lo único que hace es complicar más la situación, afectando a su autoestima.
¿Cómo se diagnostica la falta de atención en niños?
Generalmente los padres o tutores del colegio son los primeros que se dan cuenta de los síntomas de alerta que mencionábamos antes, ya que son los que pasan más tiempo con el niño/a y donde pueden ver una falta de atención en las tareas que se realizan.
Ante esta situación, se recomienda acudir a una psicóloga infantil, que evalúe el caso mediante evaluaciones psicopedagógicas.
Un vez diagnosticado que tiene un problema de atención, iniciamos un tratamiento basado en terapia cognitivo-conductual.
¿Cómo ayudar a mi hijo/a ante esta situación?
La primera pregunta que nos llega a consulta es: ¿qué puedo hacer para ayudar a mi hijo que tiene falta de atención? Estos son algunos consejos:
- Paciencia. Es un proceso madurativo y por lo tanto conlleva tiempo. Estamos hablando que nuestro hijo/a tiene que adquirir una mejor capacidad de autocontrol. No podemos pretender que en un día o unas semanas ya sea capaz de autocontrolarse.
- Valorar al niño en positivo, guiándole y dándole apoyo.
- Fomentar las actividades que se le den bien.
- Ponernos en su lugar.
- Cuidar el lenguaje que utilicemos hacia ellos.
- Establecer límites y normas claras para ofrecerle seguridad.
Si necesita ayuda, no dude en contactar con el Centro Psicológico Cecilia Cores en Fuengirola, Málaga.