¿Te sientes desconectado de tu entorno, de tus emociones o incluso de ti mismo? ¿Has experimentado lagunas en tu memoria o momentos en los que sientes que observas tu vida desde fuera? Estos síntomas pueden parecer confusos y, a veces, atemorizantes. No estás solo. Muchas personas experimentan lo que se conoce como disociación en psicología, una desconexión entre la mente, las emociones y el cuerpo.
Este artículo busca brindarte claridad sobre este fenómeno y cómo un profesional de la salud mental puede ayudarte a recuperar el equilibrio. En el centro de psicología Cecilia Cores podemos ofrecerte terapia personalizada de forma presencial en Málaga, o bien a través de internet mediante sesiones online.
¿A qué llamamos disociación en psicología?
La disociación en psicología, se refiere a un estado mental en el que una persona se siente desconectada de aspectos fundamentales de su experiencia, como sus pensamientos, emociones, recuerdos o identidad. Es un mecanismo de defensa que el cerebro activa en situaciones de estrés extremo o trauma. Aunque puede ser temporal y adaptativo, en algunos casos se convierte en un problema persistente.
La disociación puede manifestarse como un simple ensimismamiento (como cuando te pierdes en tus pensamientos) o como una desconexión más profunda, que afecta la capacidad de funcionar en el día a día. Es importante diferenciar entre experiencias normales de desconexión y episodios que podrían estar relacionados con un trastorno disociativo.
Ejemplos de disociación
- Despersonalización en momentos de estrés extremo
Una persona puede sentir que no está en su propio cuerpo o que sus pensamientos no son suyos. Por ejemplo, alguien que ha sufrido un accidente grave podría describir la experiencia como si la estuviera observando desde fuera. - Amnesia disociativa tras un evento traumático
Una persona que ha vivido un trauma, como un abuso físico, puede no recordar detalles del evento. Esta amnesia no se debe a un problema físico en el cerebro, sino a un mecanismo de defensa psicológico. - Desconexión en el trabajo o estudio debido al estrés crónico
Una persona bajo presión constante en su entorno laboral o académico podría sentirse como si estuviera en «piloto automático», desconectada de sus emociones o acciones.
¿Qué causa la disociación?
La disociación es una respuesta psicológica compleja que puede tener múltiples causas. Entre las más comunes se encuentran:
- Experiencias traumáticas: El abuso físico, emocional o sexual en la infancia, accidentes graves o desastres naturales pueden desencadenar disociación.
- Estrés extremo: Vivir en un entorno altamente estresante o peligroso, como relaciones abusivas o conflictos armados.
- Factores biológicos: Alteraciones en la química cerebral pueden predisponer a una mayor vulnerabilidad a la disociación.
- Características de la personalidad: Personas con una tendencia a la imaginación vívida o a «soñar despiertos» pueden ser más propensas.
- Mecanismo de defensa: En situaciones de peligro, el cerebro puede desconectarse para minimizar el impacto emocional.
Los síntomas disociativos
Existen cinco tipos principales de disociación, cada uno con características propias. A continuación, los explicamos con ejemplos:
- Despersonalización
Sensación de estar desconectado de tu propio cuerpo o emociones. Ejemplo: Sentir que estás viendo tu vida como una película. - Desrealización
Percepción del entorno como irreal o borroso. Ejemplo: Estar en una reunión y sentir que las personas y el lugar no son reales. - Amnesia disociativa
Pérdida de memoria sobre eventos específicos, especialmente traumáticos. Ejemplo: No recordar lo ocurrido durante una discusión violenta. - Identidad fragmentada o trastorno de identidad disociativa
Presencia de dos o más identidades distintas dentro de una persona. Ejemplo: Cambios bruscos de comportamiento, memoria o percepción de sí mismo. - Fuga disociativa
Una forma severa de amnesia en la que la persona se aleja físicamente de su entorno habitual, olvidando quién es. Ejemplo: Viajar a otra ciudad sin recordar por qué o cómo llegaste allí.
Trastornos disociativos reconocidos en psicología
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) clasifica varios trastornos disociativos, incluyendo:
- Trastorno de identidad disociativa (TID): Anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, implica la coexistencia de dos o más identidades.
- Trastorno de despersonalización/desrealización: Se caracteriza por sentimientos persistentes de desconexión del propio cuerpo o del entorno.
- Amnesia disociativa: Incapacidad para recordar información autobiográfica importante, normalmente relacionada con traumas.
- Trastorno disociativo no especificado: Incluye síntomas disociativos que no encajan completamente en las categorías anteriores pero afectan significativamente la vida de la persona.
Posibles tratamientos para la disociación
El tratamiento de la disociación en psicología depende de la causa subyacente y la intensidad de los síntomas. Algunas opciones incluyen:
- Psicoterapia
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a cambiar patrones de pensamiento disfuncionales relacionados con la disociación.
- Terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares): Especialmente útil para personas con trauma.
- Terapia psicodinámica: Explora experiencias pasadas y su impacto en el presente.
- Técnicas de enraizamiento
Ayudan a mantener a la persona conectada con el presente. Ejemplo: Practicar ejercicios de respiración profunda o concentrarse en el entorno inmediato. - Medicación
Si hay trastornos coexistentes como ansiedad o depresión, los antidepresivos o ansiolíticos pueden ser útiles. - Educación y apoyo
Entender la disociación y aprender técnicas para manejar los síntomas puede empoderar a las personas afectadas. - Terapias grupales o de apoyo
Compartir experiencias con otros puede ayudar a reducir el aislamiento y normalizar las sensaciones.
Reflexiones finales
La disociación en psicología puede ser desconcertante y difícil de manejar, pero no estás solo. Con el tratamiento adecuado, muchas personas logran recuperar el control y mejorar su calidad de vida. Si te identificas con los síntomas descritos, buscar ayuda profesional puede marcar una gran diferencia. Nuestro equipo de expertas en psicología está aquí para acompañarte en este proceso y ofrecerte el apoyo que necesitas.