La mala letra de un niño/a puede deberse a diferentes causas. Conoce cómo se corrige y cuáles son las causas.
La caligrafía hace referencia a la manera de escribir de cada persona. Cuando los niños/as tienen mala letra, queda un mensaje poco legible y desordenado.
La escritura y más concretamente la letra o la caligrafía, va a reflejar el funcionamiento y coordinación entre nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Cada palabra que escribimos aparece como resultado de la relación entre nuestra mente y nuestras manos.
La letra de los niños nos muestra muchas cosas. Entre ellas: la manera de organizar su conducta, su estado y estabilidad emocional, su temperamento y determinados rasgos de su personalidad.
El trastorno de la expresión escrita
Cuando los niños o los adultos presentan un trastorno de la expresión escrita o un problema de aprendizaje de la escritura, les resulta difícil poner por escrito sus pensamientos. Pueden tener grandes ideas que pueden expresar verbalmente, pero no cuando escriben. Su escritura puede incluir muchos errores gramaticales o palabras mal utilizadas.
Los problemas con estas importantes habilidades pueden hacer que las personas sientan que no son tan inteligentes como los demás. Pero el trastorno de la expresión escrita no está relacionado con la inteligencia.
Es una debilidad en un área específica y es un reto que dura toda la vida. Otras dificultades de aprendizaje como la dislexia afectan a la escritura.
La escritura es un proceso que implica un conjunto de habilidades. Los niños empiezan a aprender a escribir muy pronto y siguen desarrollando esas habilidades a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, los problemas de expresión escrita pueden ser diferentes a distintas edades. También puede haber señales que no se refieren a habilidades específicas. Por ejemplo, las personas pueden evitar el trabajo que implica la escritura o decir que no tienen ideas sobre las que escribir.
Signos del trastorno en la expresión escrita
Algunas de las señales a las que deberemos estar atentos para saber si nuestro hijo/a está padeciendo un trastorno en la expresión escrita son las siguientes:
- Dificultad en los primeros años para deletrear palabras y expresar sentimientos o pensamientos de acuerdo a las normas de su edad.
- Comete errores gramaticales y tiene mala organización en la escritura de los párrafos.
- Escritura lenta y con letras desiguales e informes.
- Emplea poco espacio entre las letras o palabras.
- Utiliza el lápiz o bolígrafo de forma torpe contrayendo los dedos de forma exagerada lo que le provoca fatiga al poco tiempo.
- Tiene alteraciones posturales y déficit de atención.
- Presentan enfados y frustraciones debido al sentimiento de inadecuación y al fracaso académico.
- Alteraciones en la conducta debido a la sensación de aislamiento y desesperanza.
Hay que destacar, que estos síntomas varían dependiendo de la edad en la que se encuentre el niño. La detección temprana y un diagnóstico es esencial, requiriendo de la intervención de un profesional.
Tener problemas con estas habilidades puede ser muy frustrante. Pero hay cosas que pueden ayudar a facilitar la escritura: los niños y los jóvenes pueden usar tecnología de ayuda a la escritura, como los organizadores gráficos y los adultos pueden obtener adaptaciones en el trabajo.
¿Cuáles son las causas de una mala letra y cómo se corrige?
Para el desarrollo de la escritura deben establecerse una serie de esquemas mentales que se desarrollan durante los primeros años de aprendizaje y que facilitan mucho los automatismos posteriores que permiten escribir con fluidez y soltura.
Si estos no ocurren o se desarrollan en el momento adecuado o lo hacen de forma defectuosa, pueden aparecer diferentes formas de alteración en la escritura.
A continuación, te explicamos algunas de las causas que pueden dar lugar a problemas con la escritura:
Inmadurez en el aprendizaje
En muchos casos simplemente se trata de que el niño/a aún no está preparado para la escritura. Como comentaremos más adelante, forzar a realizar algo para lo que aún no está preparado, es contraproducente.
Debido al TDAH
El TDAH produce problemas en la atención que dificultan un adecuado aprendizaje de los hábitos para escribir. Hace que a tu hijo/a le resulte difícil seguir el trazo de forma armónica y además hace que le resulte complejo mantenerse en línea recta.
Además, la hiperactividad propia del TDAH hace que el movimiento de su cuerpo y de sus manos entorpezca el normal desarrollo del trazo sobre el papel produciendo letras distorsionadas o desproporcionadas tanto en tamaño como en inclinación.
Por último, la impulsividad producirá trazos bruscos, cambios de tamaño en la misma palabra o a lo largo de la frase.
Debido a la dislexia u otros trastornos del aprendizaje
En este caso, suele predominar un perfil diferente que tiende a provocar un escritura muy peculiar. Aparecen frases en las que las palabras están cambiadas de orden, cambian el orden de las letras o incluso las sílabas dentro de una misma palabra.
Debido a alteraciones de la percepción visoespacial
En estos casos lo que aparece es una dificultad en la percepción de las proporciones, las medidas, las distancias y la organización de los objetos en el espacio. Esto se traduce cuando hablamos de escritura en tener problemas para colocar las cosas en el lugar correcto dentro del papel o de la hoja del cuaderno.
Debido a alteraciones en la motricidad fina
Ya no solo es que afecte al movimiento de la mano para escribir, es que afecta a la habilidad de los dedos para coger el lápiz adecuadamente, paso fundamental en el proceso de la escritura. Hay problemas en medir la fuerza con la que se coge el boli, la fuerza con la que se aprieta en trazo y problemas para iniciar o acabar un trazo concreto.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo/a con la expresión escrita?
Siguiendo estas pautas, podremos ayudar a nuestro hijo/a a progresar en el problema con la escritura:
- Colocar el cuaderno: debe colocar el cuaderno en la posición correcta que le permita un inicio adecuado de la escritura. Cada uno tenemos una tendencia a inclinar más o menos el cuaderno para que nos resulte cómodo, pero la impulsividad y los problemas de motricidad y percepción espacial pueden dificultárselo a tu hijo.
- Coger el lápiz: un buen agarre del lápiz hará que la escritura sea mejor.
- Poner el título: La percepción viso-espacial ayuda a decidir dónde voy a colocar el título dentro de la hoja.
- Empezar a escribir: Hay que ser fino con el trazo, con cuánto se aprieta el lápiz y donde se coloca la primera letra. Lo mismo de antes
- Desarrollar la escritura: aquí hay que mantener una letra uniforme en todos sus aspectos y mantenerse en la línea sin subir ni bajar, pero también hay que estar pendiente de cuándo acabar y pasar al siguiente renglón. Hay que cuidar los márgenes, poner las comas, los puntos…
- Acabar el ejercicio: Puede que tu hijo/a se haya enganchado al ejercicio y no sepa cuándo o cómo parar o que por el contrario le resulte tan pesado que intente acabar cuanto antes para quitárselo de encima. Esto y el estrés de saber que le cuesta y le sale mal, hará que salga peor y que no quiera que le supervises las tareas.
Además, tenemos que tener en cuenta qué NO tenemos que hacer en este tipo de situaciones:
- Apurar el aprendizaje. Cada persona tiene su ritmo de aprendizaje y no podemos pretender que aprendan a escribir cuando sus cerebros no están preparados.
- Decirle que tiene una letra fea. De esta forma dañaremos su autoestima.
- Ponerle a hacer fichas de caligrafía todo el rato y por obligación. Esta no es la solución. El niño/a tiene que verlo como una actividad que le motive y no como una repetición por norma.
En estos casos es importante trabajar con especialistas que ayuden a detectar cuáles son las necesidades fundamentales, cuáles son los problemas que producen y cuál es la manera más rentable de trabajar para ponerse solución.
Si necesita ayuda para corregir la mala letra, contacte con el Centro de Psicología Cecilia Cores, contamos con especialistas en dificultades del aprendizaje y atención temprana.