Es normal sentir ansiedad en momentos de estrés, pero cuando esta preocupación se vuelve constante y difícil de manejar, podría tratarse de un trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Este trastorno puede aparecer en cualquier etapa de la vida y, aunque comparte síntomas con otras formas de ansiedad, tiene sus propias características.
Vivir con TAG es un desafío que afecta diversos aspectos de la vida diaria, pero con el tratamiento adecuado, es posible encontrar alivio y recuperar la tranquilidad. Si la ansiedad está afectando tu bienestar, buscar ayuda profesional es un paso crucial, nosotros te podemos ayudar.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento. Es una respuesta del cuerpo ante situaciones que percibimos como peligrosas o estresantes. Cuando sentimos ansiedad, nuestro cuerpo se prepara para enfrentar un posible desafío. Sin embargo, para algunas personas, esta respuesta natural puede convertirse en un problema cuando la ansiedad se vuelve constante e incontrolable. En estos casos, hablamos de un trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una preocupación excesiva y continua sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la salud, el trabajo, o las relaciones personales. A diferencia de la ansiedad normal, que es temporal y generalmente vinculada a un evento específico, la ansiedad en el TAG es persistente y difícil de controlar, afectando significativamente la vida diaria.
¿Cuáles son sus síntomas?
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada experimentan una serie de síntomas que van más allá de la simple preocupación. Según el DSM-V y el CIE-10, el TAG se define por una ansiedad y preocupación excesiva que persiste durante al menos seis meses y se acompaña de síntomas físicos y cognitivos.
Entre los síntomas más comunes se incluyen:
- Preocupación excesiva: Las personas con TAG tienden a preocuparse en exceso por eventos o situaciones que la mayoría consideraría menores. Esta preocupación es difícil de controlar y puede abarcar múltiples áreas de la vida.
- Fatiga: La ansiedad constante puede llevar a un agotamiento físico y mental significativo.
- Problemas de concentración: La preocupación constante puede dificultar la concentración y hacer que la mente se quede en blanco.
- Irritabilidad: La frustración por no poder controlar la ansiedad puede generar irritabilidad y cambios de humor.
- Tensión muscular: Es común que las personas con TAG experimenten dolores musculares, especialmente en la cabeza, cuello y hombros.
- Trastornos del sueño: Dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormido son comunes, lo que agrava el agotamiento.
En los niños y adolescentes, el TAG puede manifestarse como un miedo excesivo a eventos catastróficos, la necesidad de perfección en la escuela, o preocupación por la seguridad de sus seres queridos.
Vivir con ansiedad generalizada
Vivir con trastorno de ansiedad generalizada implica enfrentar desafíos diarios que pueden parecer abrumadores para quienes no lo padecen. Por ejemplo, una persona con TAG puede preocuparse excesivamente por llegar tarde al trabajo, al punto de no poder disfrutar del trayecto.
Otro ejemplo común es la necesidad constante de asegurarse de que todas las tareas se han realizado correctamente, lo que lleva a revisar repetidamente las mismas cosas, como si las puertas están cerradas o si el horno está apagado.
Estas preocupaciones constantes no solo afectan el bienestar emocional, sino que también pueden interferir con las relaciones personales y el rendimiento laboral. La persona puede parecer distraída, cansada o incluso irritable, lo que puede dificultar la interacción con los demás.
¿El trastorno de ansiedad generalizada se cura?
El trastorno de ansiedad generalizada no tiene una «cura» definitiva en el sentido tradicional. Sin embargo, es posible gestionarlo de manera efectiva con el tratamiento adecuado. Los tratamientos más efectivos incluyen una combinación de psicoterapia y medicación.
- Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es el enfoque más recomendado para tratar el TAG. Esta terapia ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que alimentan la ansiedad. También se enseñan técnicas de relajación y manejo del estrés.
- Medicación: Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) son los medicamentos más comunes para tratar el TAG. En algunos casos, se pueden recetar benzodiazepinas para aliviar la ansiedad severa a corto plazo, aunque su uso prolongado no se recomienda debido al riesgo de dependencia.
Es crucial que quienes padecen TAG busquen ayuda profesional. Con el apoyo adecuado, es posible llevar una vida plena y satisfactoria. En nuestro centro de psicología contamos con un equipo de psicólogas sanitarias que te pueden ayudar.
Mitos sobre la ansiedad
Existen muchos mitos sobre la ansiedad y su tratamiento que pueden dificultar la búsqueda de ayuda. Aquí desmentimos algunos de los más comunes:
- «La ansiedad es solo una excusa para no enfrentar los problemas»: La ansiedad es un trastorno real y debilitante. No es una elección ni una excusa, sino una condición que requiere tratamiento.
- «Tomar medicamentos es la única solución»: Aunque los medicamentos pueden ser útiles, la terapia es igual de importante. La combinación de ambos enfoques suele ser la más efectiva.
- «La ansiedad desaparecerá por sí sola»: Sin tratamiento, la ansiedad generalizada puede empeorar con el tiempo. Es importante buscar ayuda antes de que los síntomas se intensifiquen.
- «Solo las personas débiles sufren de ansiedad»: La ansiedad no discrimina. Puede afectar a cualquier persona, independientemente de su fortaleza o capacidad para enfrentar otros desafíos en la vida.
- «Las técnicas de relajación son suficientes para tratar la ansiedad»: Si bien las técnicas de relajación pueden ayudar a reducir los síntomas, por sí solas no suelen ser suficientes para tratar un trastorno de ansiedad generalizada.
Por tanto, si te identificas con los síntomas descritos, te animamos a buscar ayuda profesional. En nuestro centro de psicología en Málaga, ofrecemos terapia presencial y online para ayudarte a gestionar la ansiedad y mejorar tu calidad de vida.