¿Cuándo hay que pedir ayuda psicológica?
Las razones que pueden llevar a un adulto a necesitar apoyo psicológico son diversas. A menudo, tendemos a creer que solamente los trastornos psicopatológicos, como la esquizofrenia, la bipolaridad o la distimia, son los únicos motivos significativos para iniciar una terapia. Sin embargo, es crucial buscar ayuda cuando las emociones, como la ansiedad y la depresión, se desbordan y obstaculizan nuestra capacidad para llevar a cabo una vida normal.
A veces, nos encontramos en momentos de la vida en los que no podemos lidiar con las situaciones por nosotros mismos. Nos sentimos perdidos, incapaces de ver una solución y necesitamos la asistencia de un profesional que pueda identificar nuestros problemas y nos guíe en su gestión, abordando tanto los aspectos emocionales como conductuales.
¿En que consiste la terapia?
El proceso terapéutico siempre se inicia con una primera entrevista, durante la cual se examina el caso individual de cada paciente. Este paso es esencial para llevar a cabo una identificación precisa de las necesidades que deben abordarse, es por ello que se realiza una evaluación de cada situación particular.
A continuación, se definen los objetivos de la intervención, y en función de estos, se desarrollan herramientas y soluciones que permiten al paciente avanzar hacia el equilibrio emocional deseado. A lo largo de cada sesión, se perfecciona la identificación del problema y se incorporan nuevas estrategias que brindan al paciente la confianza necesaria para enfrentarlo de manera efectiva.
¿Es efectiva la psicoterapia para adultos?
Existen numerosas terapias psicológicas para adultos con un alto grado de fiabilidad y respaldadas científicamente. En nuestro centro, llevamos a cabo un enfoque terapéutico que integra aspectos cognitivos, conductuales y emocionales, teniendo en cuenta la situación individual de cada persona y aprovechando sus fortalezas, así como abordando las emociones asociadas a la misma.
La terapia cognitiva conductual se utiliza para tratar una amplia gama de problemas. Con frecuencia es el tipo preferido de psicoterapia porque puede ayudarte rápidamente a identificar y afrontar desafíos específicos. Además es una herramienta útil para abordar desafíos emocionales. Generalmente requiere menos sesiones que los otros tipos de terapia y se realiza de forma estructurada.
Es fundamental tener en cuenta que la efectividad de la terapia depende en gran medida de la plena implicación del paciente. Además, el terapeuta debe poseer una sólida capacidad analítica para identifica cuándo es necesario ajustar las estrategias de intervención. En este proceso, tanto el paciente como el terapeuta deben colaborar estrechamente para lograr los objetivos establecidos, formando un equipo comprometido en el camino hacia el bienestar.