¿Qué es el apoyo educativo?
No a todos los niños/as les basta con las explicaciones y trabajo de clase para adquirir aprendizaje en la materia. Sin embargo, eso no implica que tenga patología alguna. Cada niño/a tiene su ritmo de aprendizaje y sus propias técnicas para adquirirlo.
Por lo que, nuestro equipo basa el apoyo educativo no sólo en «explicarle» los conceptos que no haya entendido o interiorizado de la forma correcta con la asistencia a clase. sino como el marcar unas rutinas y técnicas de estudio que ayuden al niño a poder conseguir los objetivos marcados a nivel académico. Exportando estas rutinas y técnicas de apoyo educativo a su ambiente habitual y diseñando un programa de ejecución diario para poder avanzar de forma satisfactoria.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo/a a apoyo educativo?
Si se cumplen algunas de las pautas que mostraremos a continuación, quizás es recomendable que el niño acuda a un centro para que le ayuden a marcar unos ritmos y rutinas necesarios para ser autosuficiente en el estudio. En el caso de que se observen signos de alerta de otra patología ya se procedería a intervenir para evaluar y actuar en consecuencia, pero siempre desde las necesidades del niño/a.
Para llevar a un niño a apoyo en su aprendizaje necesitaría cumplir algunas de las siguientes pautas:
- Mi hijo comienza a quedarse atrasado respecto a sus compañeros en clase.
- Mi hijo no consigue hacer las tareas solo en casa.
- Mi hijo no entiende la materia que han dado y hay que volver a explicarle y ayudarle con las tareas constantemente.
¿Qué son las técnicas de estudio para niños?
Las herramientas que se usan para favorecer la adquisición del aprendizaje y superar las pruebas a las que nos enfrentamos se denominan técnicas de estudio. Algunas de estas técnicas pueden ser la mnemotecnia, que ayuda a la memorización de conceptos, el subrayado, el resumen, los esquemas, etc. Además de los métodos de estudio, tales como los tiempos, el espacio donde se estudia, la hora o los ruidos del entorno.
Las técnicas de estudio que funcionan mejor para una persona no lo hacen para otra. Hay que sacar provecho de los pros de cada niño/a para explotarlos y hacer que él o ella aprenda a usarlos en su beneficio.